ENTRADA CON SPOILERS
Porque todo lo bueno llega a su final. Y esta semana nos ha tocado despedirnos de Breaking Bad, para siempre. La verdad es que la sensación que tengo ahora mismo es agridulce. Agria porque, a pesar de haber empezado a ver Breaking Bad este año, se ha convertido en mi serie favorita. Dulce porque Vince Gilligan ha sabido cerrar la historia de una manera espectacular, podríamos decir que épica. Y es que Felina, este episodio que juega con las letras de Finale, ha sido un capítulo de los que pasarán a la historia. Pocas son las series capaces de terminar de una manera tan buena, dando un final que no ha disgustado a nadie, dejando a todos satisfechos con lo visto. Este es el mismo motivo de decir que una parte es agria, porque sin duda alguna se trata de una serie que vamos a echar muchísimo de menos. Pero hablemos un poco de lo acontecido, aunque sea muy brevemente.
La situación de Walter ya es de desahucio total, por lo que no tiene nada que perder así que decide volver a Nuevo México a terminar su cometido. Y en este retorno pudimos volver a disfrutar de los flashforwards que nos habían ofrecido al principio de las temporadas 5 A y B, pero esta vez en tiempo real. La primera parada en la última misión de Walter es la casa de Gretchen y Elliot para los que tiene una tarea especial: hacer que ellos le hagan llegar el dinero que Walter ha ganado a sus hijos, sin que ellos sepan de donde proviene realmente. Para ello utiliza la ayuda de Budger y Skinny Pete. 
La segunda parada es ir a hablar con Skyler para poder despedirse decentemente. Además, con ella hace un gesto de redención que hacía tiempo que no veíamos en él: le entrega a Skyler las coordenadas del lugar donde están enterrados Hank y Gomie, para que pueda negociar su libertad con la policía. Y es que en el fondo, este último episodio se ha tratado un poco de la redención de Walter. Una despedida desde la distancia de sus hijos ha hecho que nuestro corazoncito se encoja por lo que este hombre siente en este momento, a pesar del odio que le hemos ido cogiendo a través de la temporadas.
Por último, Walter tiene que encargarse de la situación. Tras enterarse de que SU meta azul sigue en el mercado, se da cuenta de que Jesse está vivo y que está haciendo negocios con Lidia y los nazis. Es por eso que intenta negociar con ella y Todd y ante su negativa, decide tomar cartas en el asunto, preparando un arma que acabará con todos. Pero a la hora de la verdad, cuando se da cuenta de la verdadera situación de Jesse, decide salvarlo.
Sin embargo, Walter está herido y su última voluntad es morir. Por eso le pide a Jesse que acabe con su vida, pero Jesse no está dispuesto a seguir cediendo ante la voluntad de su maestro. Es por ello que a Walter sólo le queda esperar a la muerte. ¿Qué mejor sitio que hacerlo que el laboratorio? Walter se deja morir en el laboratorio, su habitat natural, el lugar que lo vio crecer como Heisenberg. Se trata, sin duda alguna, de un último golpe de ego. Quiere que la policía lo encuentre. Quiere que sepan que él es Heisenberg y que la meta azul muere allí con él, para siempre.
Ha sido, sin duda alguna, un capítulo espectacular. Quizá no tan intenso como Ozymandias, que ha sido el mejor episodio de la historia de Breaking Bad, pero casi casi a la altura. Ha sido un broche de oro para una serie espectacular. Además, este episodio ha marcado un récord para la serie, ya que ha conseguido la friolera de 10,3 millones de telespectadores en USA en la noche del domingo. La cadena ha sacado un video de despedida que hoy queremos mostrarte para poner fin a esta etapa Breaking Bad. Disfrútalo:
XoXo, Mystic Falls
