Anatomía de Grey 9x24 Perfect Storm

Odio a Shonda Rhimes. Vale, no la odio. En realidad, creo que es un genio. Pero a mediados de temporada nos había prometido que no iba a haber drama en el final de la novena temporada, aunque luego se retractó. Y, en cierta medida, no ha habido tanto drama. No si lo comparamos con el final de la octava temporada. Pero sin duda alguna, ha sido uno de los capítulos más tensos de la novena temporada este Perfect Storm 9x24. Ha sido un gran capítulo. Posiblemente el mejor de toda la temporada. Pero querida Shonda, ¿no crees que es muy cruel volver a dejarnos así hasta el próximo otoño?

Con la tormenta, el hospital es un caos. Les falta de todo. Se ha ido la luz, las baterías de las máquinas se están agotando y se están quedando sin camas disponibles pues mucha gente no está ni enferma: sólo creen que el hospital es el sitio más seguro para pasar semejante tormenta. Y encima, no cuentan con todo su personal pues muchas personas no han podido llegar a su puesto de trabajo debido al mal tiempo. Así que hay que apañárselas con lo que hay. Bailey todavía se encuentra incapaz de operar, por lo que decide ayudar llevando bolsas de sangre y surtiendo a los médicos con medicinas para los enfermos. Pero va a tener que hacerlo: una complicación en el parto de Meredith, obliga a Miranda a acudir al quirófano, pues está Ross solamente con ella y no puede dejársele semejante responsabilidad a un interno. Miranda se arma de valor y opera a Meredith. Todo sale bien. Meredith está bien, y el pequeño Bailey Sheperd, que es como han llamado al niño, también está bien. 

Por otro lado está Cristina, que ha sido llamada a operar, pero se niega a operarle el corazón a nadie en la oscuridad. Richard, como siempre, calma a la cirujana, que termina por acceder, porque de hacerlo, el paciente tendrá una oportunidad, pero si no lo opera, morirá seguro. Durante la operación las cosas se complican debido a la falta de luz, y una vez más, Richard sale en el rescate de su pupila, a quien anima a que utilice sus sentidos. La operación sale perfectamente y Cristina agradece a Webber el hecho de que hoy le haya convertido en una mejor cirujana. Cristina acude corriendo a contarle su experiencia a Owen, pero sabe que tienen una conversación pendiente. Para ella, lo que siente en el quirófano es suficiente para su vida junto a él pero, ¿es ella suficiente para Owen? La mirada de éste es delatadora. Una pareja que parece que rompe en este episodio de final de temporada. 

Con todos el caos que hay en urgencias, lo último que necesitaban era que un autobús se estrellara en la misma puerta del hospital, aunque pensándolo mejor, menuda suerte tuvieron los que estaban en él. El autobús está empezando a quemarse, por lo que hay que evacuar a todos los pasajeros lo más rápido posible, antes de que explote, pues huele mucho a gas. Una mujer que ha quedado atrapada, pero a la que logran sacar, no es capaz de saber dónde está su hija. Finalmente Jackson la encuentra y la salva, aunque por un momento pensamos que podría haber muerto porque en el rescate, el autobús explota. No habíamos visto en mucho tiempo a Kepner gritar con tanto dolor. Pero esto le hace darse cuenta de que con quien realmente quiere estar es con Jackson: pero April, te vas a casar. - No si me das un motivo para no hacerlo -. ¿Qué respuesta le va a dar Jackson a esto? Lo veremos en la próxima temporada. 

El caos del hospital llega hasta la zona de cirugía pediátrica. Las máquinas se quedan sin batería y los doctores deben mantener la calma porque hay que tener a los "baby makers" bien contentos. Los padres necesitan aprender a proporcionarles respiración manual a sus hijos. Con la colaboración de todos, todo se arreglará. Pero Arizona es la que peor está llevando la situación, pues se siente fatal tras haber engañado a Callie con Lauren. Callie lo descubre, porque es muy lista y ambas protagonizan la discusión más bestia que hemos visto en la serie en los últimos tiempos. Arizona no le perdona a Callie que le haya cortado la pierna y le echa en cara que sufra como si hubiera estado en el accidente, cuando no fue así. No se da cuenta de todo lo que ha perdido y sufrido Callie por culpa del accidente, pero parece ser que no es suficiente. Lauren le ha hecho sentir algo nuevo, alejado de toda la realidad que conoce. ¿Es un adiós a Callizona? Esperemos que no...aunque me cuesta pensar que puedan arreglarse después de esto. 

Nos queda por resolver una última pareja que por fin terminan juntos. No hay nada malo contigo Karev. Tú no eres quien provoca cáncer, ni locura. Arriésgate con Jo, porque va a funcionar. Y así fue, de su boca salieron las tres palabras que la joven interna llevaba tanto tiempo esperando oír, aunque ella no lo supiera. 

Pero las cosas no podían quedar sólo así. Tenían que dejarnos con algo fuerte para tenernos con el corazón en vilo hasta el próximo otoño. Tras gritar a Frank, el técnico del hospital, Webber acude a buscarlo y se encuentra que le ha dado un infarto. Cuando recupera la consciencia, Frank le dice que ya ha arreglado lo que estaba estropeado, que sólo hay que darle un botón. Gracias a Webber, vuelve la luz al hospital pero dejamos de saber de él...hasta los últimos diez segundos del episodio, donde lo vemos yaciendo en el suelo...posiblemente electrocutado y...¿muerto? No no no no no no no noooooooooooooo!!!!! Richard no puede morir!!! No puede morir!!!! Miranda no puede quedarse con que con lo último que le haya dicho es que era un borracho. El jefe Webber no puede morir. Me niego a pensarlo. Odio a Shonda Rhimes por hacernos esto. En realidad, no la odio, creo que es un genio...

¿Qué les ha parecido a ustedes el episodio? 

¿Cuáles han sido sus sensaciones?

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XoXo, Mystic Falls