Una semana más hemos tenido un capítulo muy entretenido, a la vez que emocionante, en Anatomía de Grey. Siendo el penúltimo de la novena temporada, esperábamos que se fueran preparando para el drama de final de temporada. Sí, ese drama que nos habían prometido que no iba a pasar, pero que finalmente sí que pasará. Bajo el título de Readiness is All, éste capítulo de Anatomía de Grey ha sido, sin duda, uno de los más intensos de la actual temporada.
Con una super tormenta acechando la ciudad de Seattle, en el Memorial deben prepararse porque seguramente tendrán mucho trabajo. Así que es hora de acondicionar el hospital, dejar camas libres, y hacer todo lo posible para que el trabajo de los próximos días sea más llevadero. Pero ya empiezan a llegar los primeros afectados por la tormenta. En particular llega un hombre que ha caído mientras trabajaba y no se ha matado porque unos hierros le han frenado; hierros que se le han clavado en el cuerpo. Operarlo no va a ser una cuestión difícil. Lo difícil y, sobre todo, peligroso, va a ser sacarle los hierros. Hunt quiere a Meredith fuera de ese quirófano, pero también echa a April, a quien necesita en urgencias, a pesar de ser su paciente. No sabíamos muy bien por qué la había echado, pero pronto lo descubrimos: su novio, Matthew, le iba a pedir matrimonio.
Por otro lado, Alex se entera de que, obviamente ha sido Jason quien le ha pegado a Jo por lo que se dirige a por él. Lo siguiente que sabemos es que Alex lo lleva al hospital en estado muy grave pero él asegura que ya se lo encontró así. Parece ser que Jo perdió los nervios con él y le pegó, por lo que él respondió. Meredith no va a dejar que Alex cargue con la culpa de Jo, pero cuando termina de hablar con ella, cae por las escaleras, con gran miedo a perder a su bebé (pero hablaremos de esto más tarde). Finalmente, cuando Jason despierta, quiere hablar con la policía. Alex le amenaza para que no lo haga porque, al fin y al cabo, lo que todo el mundo verá es que ha pegado a su novia. Me pareció tan injusto esto...creo que Jo debería ser consecuente con sus actos, la verdad, y acarrear lo que se le venga encima.
El padre del niño que deambula por el hospital sigue sin despertar. Cristina le hace más y más pruebas porque no entiende que no despierte. Ante esta situación, el niño tendrá que irse con una familia de acogida. Owen se plantea seriamente el acoger al niño, porque ha conectado mucho con él y sabe que puede cubrir sus necesidades. Pero finalmente Cristina encuentra la causa de por qué no despierta y lo arregla y el padre del chico abre los ojos. Con la excusa de la tormenta, Owen pide que sean trasladados a otro hospital, pero todos sabemos que en realidad no puede asumir el hecho de que el niño vaya a seguir con su padre y no con él.
Por otro lado, Miranda Bayley, muy implicada con su trabajo en el hospital, acude a la convocatoria del jefe para prepararse para la tormenta. Aún no está preparada para entrar en un quirófano, por lo que se presenta voluntaria para llevar a cabo todo el papeleo administrativo. Es necesario tener bien ordenados los ficheros, por si se fuera la luz, no tener que depender de la tecnología. A pesar de que Owen la requiere en el quirófano, ella se niega a ir y tras una charla realista de Richard, Miranda toma las riendas de su vida y se apunta para varias intervenciones. Bayley está de vuelta!!!!
La caída de Meredith es bastante preocupante, porque a sólo tres semanas de nacer el bebé, un golpe de esa magnitud, podría ser fatal para el feto. Es por eso que, aunque no le duele, decide hacerse un chequeo para así comprobar que todo está bien. Y así es, todo está en orden. Meredith necesita tomarse las cosas con calma, pues ya está a punto de dar a luz, pero ella no quiere. Inevitablemente tendrá que hacerlo, pues ha roto aguas. El bebé llegará durante la tormenta y no sabemos qué posibles complicaciones podrá tener pero, lo que es seguro, es que las habrá.
Y por último está el inquietante asunto de Arizona con Lauren. Aunque le ha dejado claro que está casada, el tonteo entre las dos sigue adelante. Sobre todo después de que la operación del bebé saliera perfecta. Lauren le pide a Arizona que la acompañe a la sala de descanso y allí, en una bajada de tensión pasa lo inevitable. Aunque en un principio nuestra querida Dr. Robbins, deja claro que no puede, finalmente decide echar el fechillo en la puerta y seguir adelante con su aventura. Pobre Callie!!! Con lo que ha pasado...¿por qué le haces eso Arizona? No nos gusta!!!!
Y esto ha sido todo lo que ha dado de sí este gran capítulo de Anatomía de Grey. La próxima semana tendremos el final de temporada, con un capítulo que llevará por título Perfect Storm, y que promete ser tanto o más intenso que el capítulo de esta semana, del que esperamos conocer sus comentarios al respecto. A continuación les dejamos la promo de la Season Finale:
Los guionistas siempre hacen lo mismo... El capítulo me ha gustado, y deja muchas cosas para el último. Tampoco me gusta la actitud de Arizona. Un beso :)
Los guionistas siempre hacen lo mismo... El capítulo me ha gustado, y deja muchas cosas para el último. Tampoco me gusta la actitud de Arizona.
ResponderEliminarUn beso :)