ENTRADA CON SPOILERS
10x01 Seal Out Fate y 10x02 I Want You With Me
Después de esperar mucho tiempo, por fin ha vuelto a emitirse una de nuestras series favoritas de todas las que vemos. Anatomía de Grey ha regresado partiendo del mismo punto en el que nos quedamos cuando finalizó la novena temporada: en medio de las consecuencias de la tormenta. A pesar de haber sido dos episodios, en esta reseña los trataremos como si fuera uno solo, pues la continuidad de los capítulos ha sido tan evidente que es complicado poder separar las historias.
La entrada del episodio nos ponía en lo peor (a priori), pues el narrador era el doctor Webber, al que dejamos al finalizar la anterior entrega, tendido en el suelo tras haber sido electrocutado cuando iba a revisar el generador del hospital. La situación en el hospital no puede ser más caótica: falta electricidad, y también empiezan a escasear las medicinas, por lo que muchos pacientes deben ser tratados de manera muy rústica. El agotamiento entre los trabajadores del hospital es notable, sin embargo, deben seguir al pie del cañón.
Uno de los internos, Shane,quiere tener su momento de gloria, por lo que delega en Brooks su tarea de ir a buscar a Webber. Pero cuando lo encuentra, ella también se electrocuta y se da un fuerte golpe en la cabeza lo que hará que pierda el conocimiento. Cuando son encontrados, las consecuencias para Heather Brooks son nefastas. A pesar de que Sheperd hace todo lo que puede, es imposible salvarla. Sabíamos que Tina Majorino no iba a continuar en la serie, pero nunca esperábamos que fueran a matarla. Una vez más, Shonda Rhimes jugando con nuestros sentimientos. Este suceso hace que los internos del hospital se unan como nunca lo habían hecho. 
Por otro lado, Webber se debate entre la vida y la muerte. Está teniendo muchos problemas con su corazón pero es operado con éxito por Cristina. Sin embargo, tiene unos niveles muy elevados de algo que no entiendo, lo que hacen entender a Bailey que tiene algún tipo de necrosis en su interior que puede matarlo. Meredith ha sido nombrada como la persona que tomará por él las decisiones médicas en caso de que él no pueda y ella decide que lo mejor es abrirle y buscar qué es lo que tiene. Tras muchos problemas, Bailey descubre que tiene el páncreas muy mal y consigue salvarlo. 
Cristina y Owen, como recordarán, habían roto su relación. Pero a lo largo de los dos episodios hemos visto como han vuelto a tener algo entre ellos, según parece a modo de despedida. Pero Cristina se da cuenta de que no puede mantener una relación de amistad con su ex, porque entonces sus encuentros seguirán teniendo lugar. Cristina necesita que Owen sepa que aunque haya sido ella quien ha roto la relación, también es una situación muy dura para ella. Como es duro el hecho de que April tiene que luchar contra sus sentimientos hacia Jackson, quien la rechaza. Finalmente, April decide seguir adelante en su compromiso con Matthew. 
Y por último están Callie y Arizona, quien están pasando por el que es, sin duda alguna, su peor momento. Callie decide abandonar la casa familiar y se marcha a casa de Meredith y Derek con su hija. Arizona entra en cólera porque no sabe a dónde se ha llevado a la niña, pero Meredith la calma diciéndole dónde están. Callie, en estos momentos, no quiere saber nada de Arizona y deciden que tienen que programar un horario para ver cómo van turnándose a la niña, que es hija de ambas. ¿Hasta cuándo durará esta situación? Callie no lo sabe, pero por el momento no está dispuesta a volver a la casa que comparte.
Ha sido, sin duda alguna, un capítulo muy muy intenso, muy al estilo de Anatomía de Grey. A pesar de haber disfrutado de él durante una hora y media, se nos ha hecho cortísimo y no vemos la hora de volver a disfrutar del próximo episodio, que llevará por título Everybody's Crying Mercy y que se emitirá en Estados Unidos este próximo jueves. A continuación te mostramos el tráiler:
XoXo, Mystic Falls
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